¿Volver?
Mas, ¿tú? ¿Volver?
Sigue, sigue adelante y no regreses,
Cernuda fué un exiliado en la guerra civil... y este poema lo escribió precisamente durante el exilio. Lo he puesto en la cabecera de este reportaje sobre Toulousse, porque precisamente esta ciudad fué imán para el refugio de muchos, muchos españoles huyendo de la guerra civil, al estar en el bando de la República... Entre ellos estaba mi tío Telesforo...
Espero que con estos versos que invitan a "seguir" ... a "no quedarte sujeto a nada"... "a no cansarte de vivir y de hacer"... por tanto a que tengas y puedas coger tu ánimo siguiendo mis pasos por este paseo por Toulousse.
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De importancia ya en tiempos romanos, Toulouse fue capital de los visigodos, en un reino que se extendía por España y el sur de Francia, y tuvo notable prosperidad durante el medievo, con los condes de Raymond, antes de caer bajo el dominio de los Capetos.
Durante la Edad Media, fue centro importante del Camino de Santiago, en el una red que incluía otros puntos de notable vigor religioso. Fue tierra que también estuvo afectada por los vigorosos movimientos de carácter religioso en un entorno en el que quedan recuerdos de los cátaros y albigenses.
Entre las riquezas de la ciudad estuvo un colorante azulado que benefició a los comerciantes locales durante los siglos XV y XVI.
La universidad de Toulouse, una de las más importantes de Francia; las industrias aeronáuticas (instaladas aquí desde principios del XX para que estuvieran lejos de la frontera alemana), y su ubicación estratégica, a mitad de camino entre las costas del Atlántico y Mediterráneo, han sido claves del mantenimiento de una ciudad activa y próspera.
Hoy en día todavía es un referente universitario y se ven jóvenes de muchos paises estudiando en esta ciudad llena de canales y de gente acogedora. En nuestra reciente visita a primeros de junio de este año 2008, hemos notado que sigue con la misma fuerza, llena de juventud y fuerza. Si teneis un hueco, teneis que intentar venir a visitarla.
Toulouse es una ciudad que queda relativamente apartada de las grandes rutas turísticas francesas, pero que aúna influencias gasconas y languedocienses y representa una síntesis histórica y artística profunda.
Es una ciudad cuyo vigor artístico está representado por un elemento: el ladrillo.
Alejada de las canteras pirenaicas y en medio de una llanura de limos, el ladrillo –barro cocido- ha sido elemento clave para edificar palacios e iglesias y para dar a la urbe un tono rosáceo y humilde.
Ambos lados del Garona se extiende una de las mayores ciudades de Francia, capital occitana, con una cierta anarquía urbana y un ambiente vivo en terrazas y paseos que le otorga algo de sabor español.
Toulouse es la capital de Midi-Pyrénées, y se organiza en torno a su rosáceo edificio del Capitole. Tiene una historia arraigada en los días de Roma y de los reinos bárbaros; fue capital del reino visigodo y punto importante de las peregrinaciones a Santiago.
Por Toulouse –Tolosa- se encaminaban los peregrinos que venían de buena parte de la Europa del sur y entraban por Somport en dirección a Navarra y Compostela. Ésta era la llamada Vía Tolosana.
Ahora se ven pocos peregrinos, pero la ruta permanece y en las iglesias se ven sus huellas- Además la bandera de esta ciudad es una cruz parecida a la Cruz de Santiago... en lugar de roja es blanca con fondo rojo... y con los cuatro brazos iguales.
Es Toulouse –junto con Burdeos- una ciudad marcada por el Garona, anchuroso río que nace en España y dirige las aguas pirenaicas del norte hacia el Atlántico. Es impresionante su cauce por este corazón del Midi-Pirineés. Montones de puentes con muchos ojos se distribuyen a su paso uniendo las dos orillas continuamente.
Arraigada en la historia, ha tenido la oportunidad de entroncar con la modernidad merced a una serie de actividades económicas, principalmente la industria aerospacial.
La urbe, con más de medio millón de habitantes, está en un punto medio del Mediterráneo y el Atlántico, entre Montpellier y Burdeos.
El desarrollo cultural ha sido permanente en esta ciudad cuya basílica de Saint Sernín ha servido de modelo para otros grandes edificios románicos.
Pero en el arte constructivo, Toulouse tenía una deficiencia: estaba lejos de las canteras de piedra. Por eso se desarrolló con una construcción humilde, de ladrillo, barro cocido, que otorga a la urbe un tono de comedida modestia.
No obstante, en la ciudad hay elementos dignos de una visita, especialmente dos excelentes temploEsta es una buena ciudad para comprar y para gozar de la gastronomía.
En Midi-Pyrénées hay un excelente foie-gras y diversos platos regionales, como el cassoulet, plato estofado de judías blancas con ganso o pato (70 por ciento de judías y 30 por ciento de carne). El pato y el ganso se preparan muy bien por aquí. El magret, o filete de pato, se puede tomar de varias maneras, entre ellas ahumado(con una ensalada) o a la parrilla(hecho con leña). También es tradicional la gallina a la tolosana
También se come buen cordero y cerdo; truchas y empanadas(croustade). Hay diversos vinos en el territorio, también cuna del Armañac. En materia de quesos hay que recordar que estamos en ámbitos donde reinan el Pyrénées y –sobre todo- el Roquefort
La ciudad tiene animación. Las zonas de Capitole, los boulevards, la rue de Metz, etc. suelen tener establecimientos de ocio y tiendas diversas.
Toulouse tiene festivales de Primavera(marzo-abril); Música de Verano(julio y agosto); Piano(septiembre); Órgano(septiembre y octubre) y Jazz(octubre)
Entre las atracciones para los turistas también hay un pequeño crucero por el río Garona, que sale diariamente en época estival desde el muelle de La Dorada.s: Saint Sernín y Los Jacobinos.
En numerosos puntos de la iglesia se pueden admirar elementos constructivos de interés, de épocas lejanas. La piedra –escasa en Toulouse- va escaseando a medida que se alza el edificio, terminado básicamente en ladrillo.
Las nervaduras del templo de los Jacobinos, en un popular cartel turístico. Aparte de la inusual disposición del plano, lo más sorprendente es esta solución de la techumbre, que se adelanta en más de un siglo a las propuestas góticas. La nave resulta poderosa, con sus alargados ventanales y la innovadora techumbre. El campanario es de 1298 y tiene influencias del de San Sernín, modelos que se irradiaron por el sur de Francia. Bajo el altar mayor reposan los restos de Santo Tomás de Aquino.
Junto a la iglesia está el bello edificio conventual, con un austero claustro de enhiestos cipreses.
En la céntrica plaza del Capitole, eje de la vida urbana, está el edificio que da nombre a la misma, el Ayuntamiento, de piedra y ladrillo, cuya fachada es lo más representativo de la arquitectura urbana del siglo XVIII en la ciudad.
La plaza –de notable amplitud- está rodeada en los otros tres lados por austeros edificios de ladrillo, lo que da al conjunto una cierta uniformidad y grandeza.
Por todo el casco viejo perduran algunas casas de entramados de madera y diversas grandes mansiones de relativa calidad, como los hotels de Bernuy, Astorg o d´Assézat, este ultimo una magnífica mansión del siglo XVI.
1 comentario:
muy interesante esta publicacion de toulouse...y muy lindas fotos..
saludos desde argentina...
alejandro
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