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Munich

Munich es la ciudad de la cerveza por definición, pero también es una ciudad de cultura y antiguas tradiciones. Situada al pie de los Alpes, la capital del Estado Libre de Baviera es surcado por el río Isar (diáfano, de aguas verdes).

Irresistible el cielo del azul de sus ojos
como el cielo de Baviera.
(¿Es azul el cielo de Baviera? )
Inevitable el azul de su mirar
como el aire de la mañana de Baviera.
(¿Es azul el aire de la mañana de Baviera?)
Fraülin Martina trae azules desde las fuentes
de aguas de azules Danubios
en los ojos de abuelo Klaus
con quietud de vacío de bosques azules
clamoroso de azules vocecitas
de niñitos azules con ojos de cielo de Baviera.
(¿Es azul el cielo de Baviera?)
Lleva mudo los ojos el abuelo Klaus
helado el azul de ver mieditos
y tinieblas azules
del otro lado de las alambradas
sobre la escena del ayer de atrás..
Fraülin Martina sonríe
y se ilumina su inocencia azul
como el azul del cielo de Baviera.
(¿El cielo de Baviera es azul?)

El abuelo Klaus jura:
No sé, no recuerdo, no vi.


@ Martina Fraülin

Espero que no os pase lo que al abuelo Klaus... sino que este viaje lo recordeis como uno de vuestros mejores sueños y el azul del cielo de Baviera traspase vuestro corazón para quedarse enganchado para siempre... y si encima, os reservais un hueco en vuestra agenda para visitarlo cuando hagan la fiesta de la cerveza en esta ciudad tan acogedora, ... estareis todavía más encantados de este lugar... la antigua ciudad de los monjes (que eso es lo que significa München).



Munich, considerada tras la Segunda Guerra,"ciudad secreta de Alemania", es un importante centro económico y una de las ciudades industriales más grandes del país, bastión de la "alta tecnología", famoso por sus elegantes comercios, modernos clubes nocturnos, cervecerías y alegres festivales.
Munich se comunica con el resto del país y con otras ciudades europeas por medio de un aeropuerto internacional y una red de autopistas y ferrocarriles.



La parte antigua de la ciudad, en la orilla oeste del Isar, tiene una serie de edificios de estilo barroco y rococó, la mayoría construidos durante la primera mitad del siglo XVIII por los soberanos de Baviera, inspirados por los modelos italianos.

Su atmósfera alegre por el Octuberfest se hace mágica y encantadora con los mercados de fruta durante el periodo de Navidad. Marienplatz es el centro vital de Munich y en esta plaza se celebran los populares festivales.



Un sonido mágico acompaña el baile tradicional de los personajes del Carillón más grande de Alemania (Glockenspiel im Rathausturm) que toca tres veces al día. Hoy en día Munich es una ciudad multiétnica donde viven 1.247.934 personas de las cuales 282.148 son extranjeros. Desde su fundación en 1158 por Henry the Lion ha tenido siempre un rol central en la historia de Alemania.




Al pensar en Munich, es inevitable que nos vengan a la cabeza distintos estereotipos:

los Steins de cerveza y la Sauerkraut, hombres vestidos con Lederhosen y mujeres ataviadas con Dirndls, castillos de cuento y grupos musicales de Umpah-pah.

«Cuando los extranjeros piensan en Alemania, todas las imágenes son bávaras. Munich, sin duda, es un lugar apegado a sus tradiciones», explica Marc Sachon, ...

El profesor Sachon, originario de Hamburgo, había trabajado en la industria aeroespacial, lo que le llevó a vivir en Baviera durante diez años. «Cuando trabajaba en Hamburgo, todo el mundo quería ir a trabajar a Baviera. Sólo hay que conocer este estado para saber por qué.»


Munich fue una de las ciudades alemanas duramente castigadas por los bombardeos aliados durante la segunda guerra mundial, por lo que tuvo que ser reconstruida prácticamente partiendo de cero.


Sin embargo, hacer borrón y cuenta nueva tiene sus ventajas, y Munich fue capaz de reinventarse como un centro industrial a nivel mundial en campos como alta tecnología, biotecnología, seguros, medios de comunicación, etc.

«En el proceso de reconversión, el gobierno local ha sido muy hábil al centrarse en sectores de futuro, y ha conseguido que una región básicamente agrícola se convierta en el centro de la nueva economía alemana –señala Marc Sachon.


Munich es la única ciudad alemana cuya población ha crecido en los últimos diez años. Mientras el número de parados ha crecido en el resto de Alemania, en Munich ha bajado.»

No es nada sorprendente, por tanto, que el semanario WirtschaftsWoche, en una encuesta nacional sobre las mejores ciudades alemanas donde hacer negocios, sitúe a Munich como primer eje empresarial.

¿Qué tienen en común el coche, la motocicleta, el ordenador, el fax y el mp3? Sólo son algunas de las innovaciones que se han desarrollado en esta zona de Alemania. Tengamos en cuenta algunos datos reveladores:

• Munich es un emplazamiento líder en bancassurance, con un enorme número de bancos y aseguradoras con base aquí, incluyendo Allianz (la mayor aseguradora internacional del mundo) y DAS (la mayor aseguradora europea de protección jurídica), que cuentan con los mayores ingresos por primas del mundo, superando incluso a Nueva York y Londres.

• Munich es la cuna de BMW, fabricante de coches; de MAN Nutzfahrzeuge, fabricante de camiones; de MTU Aero Engines, fabricante de motores de aviones; de EADS, contratista espacial y de defensa; de Krauss-Maffei, fabricante de máquinas de moldeo por inyección; de NEC Displays, fabricante de pantallas de ordenador; de Arri, fabricante de cámaras e iluminación; de las compañías tecnológicas Siemens e Infineon Technologies, y la sede central alemana de McDonald’s y Microsoft.

• Munich es la cuna de numerosas editoriales (la segunda por detrás de Nueva York) y también del Süddeutsche Zeitung, uno de los diarios más importantes de Alemania.


El empuje económico de Munich se basa en la saludable combinación de empresas globales y Pymes, grandes corporaciones y empresas unipersonales. Esta equilibrada cartera empresarial incluye las industrias de la construcción y complementarias a la fabricación y la venta al por menor, pasando por un activo sector de servicios.


La cerveza es devoción en Munich.. y todo comenzó un 12 de octubre de 1810, cuando se invitó a la población de Múnich a festejar con cerveza la boda del futuro rey Luis I con Teresa de Sajonia en unos prados a las puertas de la ciudad, que desde entonces se conocen como Theresienwiese o los Campos de Teresa.

Las festividades tuvieron tanto éxito que las autoridades locales decidieron repetirlas cada año durante el mes de octubre en ese carismático lugar que los muniqueses llaman sencillamente wiesn, y que hoy es sinónimo de la Fiesta de la Cerveza.

La Oktoberfest convierte a Múnich en una de las ciudades más divertidas y acogedoras de Alemania.


La 167 edición de este festival –que según el libro Guinness de los Récords es el mayor del mundo en número de visitantes– comienzó el 16 de septiembre a las 11 de la mañana con una cabalgata presidida por miembros de las grandes familias cerveceras. Ese mismo día, a las ocho de la tarde, tendrá lugar un gran espectáculo folclórico en el Cico Krone, con más de 600 artistas.
El plato fuerte al día siguiente será la Procesión de los Fusilleros, donde 7.000 participantes llegados de todos los rincones de Baviera y ataviados con trajes regionales recorrerieron toda la ciudad, subrayando los valores tradicionales de este antiguo estado independiente.


Otro de los actos más significativos de la Fiesta de la Cerveza es el Concierto de Música Bávara, a los pies del Monumento Nacional, previsto en principio para el día 24 a las 11 de la mañana, aunque si el tiempo no acompaña se celebrará la semana siguiente.

En los Campos de Teresa se monta una ciudad con docenas de carpas donde destacan las que representan a las 16 principales compañías cerveceras. Entre ellas destacan la conocida como Hippodrom, Hofbrau Festhalle, Spatenbrau, Fischer-Vroni y Bodo. El acceso es restringido, y se recomienda reservar llamando a los números de teléfono que se pueden encontrar en la la página web del turismo de Múnich.


La dirección de este sitio es: http://www.muenchen.de/.

Oficialmente se pueden comer salchichas y beber cerveza sin límite alguno desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche. Sólo hay dos carpas que se escapan a esa regla: la Kafers Wiesnschanke y la Wein und Sektzelt, que alargan su horario hasta la una y media de la mañana.
Por otro lado, hay una veintena de carpas dedicadas al entretenimiento y la gastronomía con acceso libre. Ese año se esperaba que durante las fiestas se superen los siete millones de visitantes. El año anterior, un número algo menor llegó a consumir más de cinco millones de litros de cerveza y un indeterminado número de toneladas de salchichas.

se quiere disfrutar de un ambiente algo más tranquilo, aunque sin dejar de beber cerveza, el centro de la ciudad está lleno de históricas cervecerías conocidas como bierkeller o biergarten (según estén ubicadas en una bodega o tengan jardín) donde se sirven las diferentes variedades locales en maas o jarras de un litro.

Se puede probar desde la explosiva Salvator-Doppelbok, la más fuerte, a la cobriza Hubertusbock, pasando por la popular Maibock.

Éstas son las cervecerías más populares de la capital muniquesa: Augustinerbrau (Neuhauser, 27), un local en el que se disfruta de un ambiente añejo de principios del siglo pasado y donde se ofrece una excelente comida.

Hofbrauhaus (Platzl, 9) es la más famosa y todavía la más popular entre los muniqueses y los turistas. Esta cervecería sigue manteniendo un ambiente muy auténtico.
Franziscaner Fuchsenstuben (Perusastr, 5) es una de las más conocidas y donde tradicionalmente se come la mejor weisswurst, la típica salchicha blanca que, según parece, sienta mejor si se come antes del mediodía.

Y si el cuerpo sigue pidiendo guerra, después de la una y media de la mañana hay que dirigirse a Schwabing, un barrio bohemio y desenfadado que siempre se ha enorgullecido de estar abierto las 24 horas del día.

A principios del siglo pasado, acogió a revolucionarios como Lenin y a escritores como Ibsen, Rilke o Brecht, aunque también Adolf Hitler lo frecuentó.




Esa tradición ha continuado intacta hasta hace bien poco, pero últimamente se ha convertido en un lugar tan popular que los más modernos prefieren ahora el barrio de Haidhausen, dejando esta zona para los schickies, que son algo así como los pijos alemanes.


La zona está dividida en tres grandes áreas. Al oeste de Leopoldstrasse se concentran los restaurantes y los cafés preferidos por los estudiantes universitarios.
En el centro están los bares y las tiendas de moda, donde la animación está presente tanto de día como de noche.
Y las grandes discotecas se encuentran en los alrededores de Wedekindplatz.


Cuando estuvimos Auxi y yo en Munich, hace ya más de 20 años, fuimos con un grupo de compañeros de Cajamadrid que organizó el viaje José María Quesada... lo pasamos de maravilla.

La ciudad es un encanto y se deja querer.
La cerveza, la comida, sus gentes, sus calles, sus edificios... el río, los bosques, la selva negra... el castillo dentro de las montallas,... su aire, su alegría.. en fín un montón de cosas que se pegan a tu retina y a tu alma.


Son gente risueña y muy amable... en toda Bavaria.



TENEMOS QUE VOLVER... SEGURO.

1 comentario:

Ingeniero en Letras dijo...

Se os ha colado la Casa Danzante de Praga entre las fotos, que está en Praga, no en Baviera.

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