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París



Yo te saludo París,
cuando una rebelión de gárgolas ebrias levanta el vuelo,
llevándose la catedral a los barrios pérfidos,
donde los jorobados por la vida, ven cumplirse sus sueños jodidos de locura.

Y una tormenta venérea,
ahuyenta las baladas de los inválidos
que encendieron sus barcazas en la Isle de la Cité,
para morirse putrefactos o buenos.

Ahí va, toma la ballesta, apunta,
el ángel de los pelos rubios vuela con los dos corazones galos
y el mismo hábito de ausencia, macabro, y otra vez errás el disparo,
que mata al gorrión parisino, que escupe miserias en el pont d?alma.

Y otros también disparan,
con poderosos flashes amarillos
al ángel, a las gárgolas, a los títeres de los claustros,
a los miserables que ahora, roban el pan.

Y mientras corro por las calles mirando como vuela Notredam,
con sus alas de oro, dorado, una mujer me patea un penal con una estrella,
en el arco donde se escondió tantas veces el sol y que le da el tanto del triunfo
entre mis piernas agotadas por el espanto.

Yo te saludo París,
porque tu belleza tiene hedores del infierno,
porque tanta sangre ha corrido por el Sena,
porque eres el alma enamorada de un pintor enano,
porque cobijas a Chopin y hueles a cebolla,
porque de allí vinieron mis ancestros
sin saber que además traían el tango.

Y porque mi corazón sagrado, volverá un día en una cigüeña negra,
a devolverte aquél pan que me traje,
y así me condenes para siempre a tu milagro .


@Esteban Charpentier
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Como veis, Esteban Charpentier... saluda a París de una forma peculiar y única... pero cada poeta en esta ciudad de los enamorados se convierte en un ser distinto y prolífico. Es como si el Sena estuviera relleno de musas y en sus calles, tomando cafés... se engendraran los poemas en huecograbado contínuo en las mentes de sus caminantes al ritmo de sus huellas... Espero que aunque no seas poeta, disfrutes también de este París en el viaje que puedes hacer ahora mismo. Te acompaño. Pasa y pasea tranquilo. París te encandilará. Conocerás su historia y su sangre. Su color y su sabor... Al menos eso es lo que pretendo.
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Yo la he visitado varias veces... la primera vez fué con mi amigo Vicente Cervera, su mujer y mi hermana, en que nos acercamos para conseguir contraste a un viaje por las montañas de Suiza... y efectivamente así fue. Nos hospedamos en una residencia de estudiantes cerca de la plaza de la Bastilla y nuestros paseos fueron incansables... Nos recorrimos todo. Eramos muy jóvenes.
Luego he vuelto otras veces con Auxi, mi mujer.... y también con nuestros hijos para visitar Eurodisney. Es un destino que no puede faltarle a un viajero. Espero que disfrutes de este paseo.
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París la cosmopolita, la políglota, la de las mil caras y las mil etnias. Así es París, tradición y modernidad, la torre Eiffel y el barrio Latino, los bulevares y la colina de Montmatre.
París es la fusión de los tiempos. Nacida de una pequeña isla sobre el Sena, el panorama que ofrece al visitante es inagotable.
París es la capital de Francia y "capital de provincia" de la región de Île de France.

Está construida a caballo sobre el río Sena lo que la divide naturalmente en un margen derecho y un margen izquierdo (rive gauche y rive droite).
Es conocida mundialmente por sus monumentos y por su vida artística y cultural. París es también un símbolo histórico fuerte, un centre político y económico importante; es puente de paso para los transportes inter-europeos.
Sus habitantes son llamados Parisinos.
París también es conocida por su nombre argótico: "Paname"


El lema de París "Navega sin ser sumergido"; designa al Scilicet, el navío representado en el escudo de la ciudad y símbolo del poder corporativo medieval de los "Marchantes del Agua", llamados también "Hanse", antigua "cofradía" gerente de la municipalidad.

París es en su origen, un pueblecito de pescadores celtas. La tribu de los Parisii se había instalado en el siglo III a.c. en Île de la Cité.
Fortificaron la ciudad que habían fundado y le dieron el nombre de Lutetia .
En 52 a.c., Lutecia cae en manos de un lugarteniente de Julio César.
Los Romanos la llamaron "ciudad de los Parisii" Civitas Parisiorum.
La ciudad se fortifica de nuevo y empieza a extenderse por el margen izquierdo del Sena

El Cristianismo fue introducido por San Denis, primer obispo de la ciudad y decapitado por los romanos en 280.

La leyenda dice que habría caminado con su cabeza bajo el brazo hasta el emplazamiento de la basílica de San Denis .
Amenazados por las invasiones bárbaras, los Parisinos resistieron en 451 a los Hunos de Atila bajo la inspiración de Santa Genoveva que se convertirá en patrona de la ciudad.

En 486, Clodovico (Clovis) se hace sin combate con Paris y la convierte en la capital del reino de los Francos.
Pero, la ciudad es dejada de lado por los últimos reyes Merovingios.
Su declive se acentúa con la dinastía de los Carolingios ya que Carlomagno escoge como capital a Aix-la-Chapelle, ciudad mucho más al Este.
Los habitantes abandonaron la "rive gauche" donde únicamente permanecerán los establecimientos religiosos tales como la poderosa abadía de "Saint-Germain-des-prés".


En el siglo IX, los normandos arrasan en varias ocasiones la región de París; la ciudad es sometida a un largo asedio de los Vikingos en 885.
En 861, París pasa a pertenecer al patrimonio de los Capetos (que acceden al trono con Hugues Capet en 987). Paris empezó siendo la capital de un pequeñísimo reino pero los Capetos se esforzaron en agrandarlo, imponiéndose y anexionando los territorios de los otros grandes Señores.
La ciudad retoma su expansión en los dos márgenes del río, sobre todo en el margen derecho (rive droite).

Entre el siglo XII y XIII, nace el sentimiento nacional francés Philippe II Auguste (rey de 1180 a 1223) es el primero que toma el título de Rey de Francia; vence a los Plantagenet (Ingleses) en la batalla de Bouvines (1214) y obtiene así la 1º victoria de alcance "nacionalista"
A finales del siglo XII, FelipeII Augusto funda el mercado de "les Halles" (origen de la función comercial del barrio y aún vigente), pavimenta calles importantes y crea fuentes.
Para proteger la ciudad, manda construir (1180-1213) una poderosa muralla reforzada por la fortaleza del Louvre (1204).
Durante más de siete siglos (hasta 1919) París continúo siendo una ciudad fortificada.
Esto explica: su forma circular: los bulevares concéntricos fueron reemplazado los murallas sucesivas; la densidad de ocupación del suelo; la escasez de espacio y de jardines
En esa época, se crea la diferenciación aún vigente, una ciudad que se divide entre la "rive droite" comerciante ( con el mercado de "les Halles", la Cité sede del poder político y religioso (todavía hoy con el Palais de Justice y el Hôtel-Dieu), y la "rive gauche" universitaria e intelectual.
Es en la "Île de la cité" que se construye la catedral de Notre-Dame (comenzada en 1163), la Sainte-Chapelle (bajo San Luis, en 1246) mientras que el palacio real de la Cité será agrandado por Philippe le Bel (el Guapo) entre 1285 y 1314.

La tradición intelectual de la "rive gauche" data de la instalación en el siglo XII de maestros disidentes de la Cité: las imposiciones del canciller de Notre-Dame que vigilaba las enseñanzas incitaron a algunos maestros a instalarse fuera del alcance de su autoridad y a enseñar en las granjas de las montañas de Santa Genoveva.



A partir de 1250, unas sesenta instituciones reciben a 700 "escholiers" dándoles cama, cubierto y "repeticiones". La institución más famoso es la que funda en 1257 Robert de Sorbon y que será reconstruido en el siglo XIX: La Sorbonne.


La Universidad de París es entonces uno de los grandes centros intelectuales (teología y filosofía) de la Cristiandad medieval.

Con 80.000 habitantes, París se convierte en el siglo XIII en la mayor ciudad de la Europa cristiana.
Sin embargo, en el siglo XIV se presentan tiempos más sombríos: la población se agota por la hambruna de 1315-17 y por la peste de 1348-49.

La guerra de los Cien Años entre Francia y Inglaterra convierte a la capital en un foco de agitación.

En 1356, el prelado de los Comerciantes Étienne Marcel se convierte en dueño de la ciudad en contra del Delfín francés.




El rey Charles V (1364-1380) construye una nueva muralla en la "rive droite" con el fin de proteger los barrios periféricos de los Ingleses; esta muralla está protegida por las fortalezas de la Bastille y la del Louvre que es agrandada.

En 1420, la ciudad es ocupada por los Ingleses, y se muestra malestar por ello. Asediada en vano por Juana de Arco en 1429, París sólo será reconquistada a los Ingleses en 1436 pero, sigue continúa siendo una ciudad "sospechosa" y no recupera su papel de capital hasta el siglo siguiente con Francisco Iº.
La paz y la prosperidad vuelven a un reino unificado de nuevo en la segunda mitad del siglo XV.
Los Hôtels de Sens y de Cluny serán las últimas construcciones del arte gótico.



En el siglo XVI, la ciudad resurge cuando el Valois, Francisco Iº viene a residir (después de 1530) a la capital .

El monarca hace derribar el viejo Louvre para transformarlo en palacio Renacentista.
Comienza la Iglesia de San Eustaquio y el Hôtel de Ville.

La ciudad, abierta a las ideas del Renacimiento, conoce de nuevo un esplendor intelectual y cultural gracias a la imprenta, al trabajo de numerosos poetas y sabios, los humanistas.

Los más eminentes enseñan en el nuevo "Collège de France"

Fervorosamente católica, Paris es profundamente hostil a la Reforma. Las pasiones religiosas dividen la ciudad a partir de 1534 entre católicos y "huguenotes" (nombre que reciben los protestantes franceses).

En la noche de la San Barthélemy de 1572, el pueblo masacra a los protestantes.

Se sitúa en el bando católico con la Ligue y se subleva con el anuncio del asesinato de su jefe, el duque de Guise en 1588. El pueblo proclama la decadencia del Rey Enrique III.

Solo después de haber abjurado de su fe protestante Enrique IV, primer rey de la dinastía de los Borbones, puede tomar posesión de París: "París bien vale una misa".


Elevando al más alto punto la monarquía absoluta y centralizadora, los Borbones propician el embellecimiento de la ciudad.

Durante su reino, Enrique IV continúa el Louvre y el Castillo de las "Tuileries" empezado por Catherine de Médicis;termina el "Hôtel de Ville" y el "Pont-Neuf" e instaura un nuevo tipo de plazas, geométricas y homogéneas, como la Plaza Real (hoy Place des Vosges ) y la Place Dauphine.



El esplendor cultural de la capital se refuerza con Luís XIII y con la creación en 1629, del Jardín de las Plantas y de la Academia francesa.

Luís XIII crea nuevas fortificaciones en la "rive droite" para permitir que la ciudad se agrande: se construyen nuevos barrios que van sustituyendo los prados del faubourg Saint-Honoré, de l'île Saint-Louis, del Marais y del faubourg Saint-Germain.

Richelieu se hace construir el Palais-Cardinal (hoy Palais-Royal); Maria de Médicis se traslada al palacio del Luxemburgo.

Durante la minoría de edad de Luís XIV, París se ve afectada por los disturbios de la Fronde pero el pueblo no implica y se retira rápido de esta lucha entre grandes Señores.

El Rey-Sol, Luís XIV, no olvidará nunca que había tenido que huir, aún niño, de la capital.

Aborreció París y se instaló en Saint-Germain primero y luego, en 1680 en Versailles.


La sede del gobierno es decir, el poder monárquico, quedará en Versailles hasta el fin del Antiguo Régimen.

Esta lejanía explica que la Monarquía permanece indiferente a las evoluciones del pueblo.

En el Siglo XVII, con 500 000 habitantes, París es el centro de la vida intelectual y no cesa de embellecer.

Las construcciones majestuosas prosiguen bajo la autoridad de Colbert, que recurre entre otros al arquitecto François Mansart .

Datan del final del siglo XVII, la columnata del Louvre (que marca el inicio del estilo clásico en oposición al barroco italiano), los Inválidos, el Observatorio, el Hospital de la Salpêtrière, las puertas de San Denis y San Martín, los jardines de las "Tuileries" y la manufactura de los Gobelins.

Esta opulencia arquitectónica contrasta enormemente con el París popular donde se vive en condiciones de hacinamiento y miseria.

En el XVIII, París se convierte a las ideas filosóficas de "las Luces".

En los salones de Damas elegantes, en los primeros cafés (como el "Procope"), se discute con pasión de igualdad, de libertades y de soberanía nacional.

Se hacen nuevas edificaciones: l'École militaire, el Odeón, el futuro Panthéon y Saint-Suplice.
El puente de Luís XVI (de la Concorde) conectará a partir de ahora con la Place Louis XV, primera plaza real abierta (Place de la Concorde).

En 1785, los encargados de recaudar el octroi, peaje pagado por las mercancías que entraban en París, hacen construir por Ledoux las rotondas (place Stalingrad y place de la Nation) de la nueva muralla. Desprovisto de función defensiva, este "muro donde murmura París" seguirá delimitando la ciudad hasta 1860.

Los jardines del Palais-Royal, reacondicionados y abiertos al público se convierten en lugar de discusión y de efervescencia, en ejemplo: el 12 de julio de 1789.

La toma de la Bastilla, 14 de julio de 1789

La Revolución francesa vuelve a situar, de repente, a París a la cabeza de Francia.

La capital es testigo de la mayoría de los acontecimientos revolucionarios.

La victoria de los Jacobinos sobre los Girondinos no hace más que acentuar el movimiento de centralización.


Anecdótico pero revelador, la "cocarde tricolore" (insigna de la Revolución) fue constituida por los colores de la ciudad de París, el azul y el rojo pero entrelazado con el blanco monárquico.

" Puesto que París pretende substituirse al resto del país y ser representante único de la nación, los parisinos no podemos gozar de la misma autonomía que los habitantes de las demás ciudades. Estamos unidos al poder central para lo bueno y para lo malo".

Napoleón Bonaparte toma medidas sometiendo París a un estatus diferente: no habrá ni alcalde ni consejo municipal, la ciudad estará bajo la tutela de un "préfet" del Sena y de un "préfet" de policía directamente a las órdenes del gobierno.

La centralización continúa en el siglo XIX y se acentúa con las revoluciones industriales, el éxodo rural y la creación de redes de comunicación (primero ferroviarias y luego de carreteras).

Napoleón Iº no había tenido tiempo de realizar todos sus proyectos de grandeza para la capital pero se empieza el Arco de Triunfo, la Bolsa, la columna Vendôme y, los canales de l'Ourcq, Saint-Martin y Saint Denis.

Hace derribar las viejas casas de los puentes et de los márgenes del Sena para volver a tener vistas sobre el río.


Debido a las guerras napoleónicas, la ciudad de París fue ocupada, entre 1814 y 1815. Esto no había vuelto a sucederle desde hacía cuatro siglos y por eso, los Parisinos reciben con alivio la Restauración monárquica con el regreso de los Borbones.

La ciudad comienza un periodo de gran crecimiento: pasa de 600 000 habitantes en 1800, a un millón en 1846, casi únicamente por el flujo de los provincianos.

El crecimiento demográfico de Francia en el siglo XIX es absorbido casi exclusivamente por la capital. Sin embargo, las estructuras de la ciudad son aún las del Medievo y París es, a todas vistas, una ciudad superpoblada e insalubre.
La zona Oeste sigue siendo residencial pero en el Este de la ciudad, el pueblo está desnutrido, es vulnerable a las epidemias (cólera en 1832) y sigue padeciendo una mortalidad infantil altísima

Es durante el Segundo Imperio que París se transforma y adquiere su aspecto actual.

Influido por la modernidad que había vivido en Londres además de querer mejorar la vida del pueblo y asegurar rápidamente la represión en caso de disturbios, Napoleón III encarga a Georges Haussmann la metamorfosis.

El "préfet" del Sena debía hacer de París una gran capital moderna, adaptada a los transportes, saneada y aireada.
Se destruyen los viejos barrios medievales y Haussmann crea unos ejes abiertos de norte a sur y de este a oeste.

Estas grandes avenidas rectilíneas, bordeadas de árboles y de edificios con fachadas de piedra tallada, servían de realce visual a los puntos fuertes de la ciudad.

Se organiza una nueva red de abastecimiento de agua potable, una red de alcantarillas modernas así como 2000 hectáreas de parques y jardines.
El "préfet" crea nuevos equipamientos: teatros como los de la Place du Châtelet, l'Opéra Garnier, dos hospitales, alcaldías, etc. También se reorganizan les Halles. Al contrario de Napoleón III que había financiado la creación de barrios obreros, Haussmann no se ocupa de construir viviendas populares.

París se extiende entonces hasta las fortificaciones (construidas por Thiers en 1845) y absorbe en 1860 las comunas periféricas (Belleville por ejemplo); Haussmann crea la actual división administrativa en 20 "arrondissements" poniendo empeño en dividir ciertas comunas "demasiado revoltosa".
Estos nuevos barrios aún rurales se urbanizan, poblándose con los obreros expulsados de los barrios centrales por el aumento de los alquileres.
El Segundo Imperio terminará sin embargo estrepitosamente en 1870 con la guerra franco-prusiana,el arresto del Emperador, la proclamación de la República el 4 de septiembre de 1870 y el asedio de París.
La exasperación por el asedio y por el desfile alemán en los Campos Elíseos provoca de marzo a mayo de 1871, la Insurrección de la Comuna, revuelta de inspiración socialista y obrera.
En lucha contra el nuevo gobierno que se instaló en Versailles, los "Comunardos" incendian numerosos monumentos, entre otros el Hôtel de Ville y el castillo de las "Tuileries".

A finales del siglo se produce el apaciguamiento y la instauración de una IIIº República moderada.

A partir de 1878, las grandes Exposiciones Universales sirven de escaparate a los progresos científicos y técnicos.

La exposición de 1889 (con la Tour Eiffel de estrella y conmemorando los 100 años de la Revolución francesa) marca el apogeo de la arquitectura del hierro

La Exposición universal de 1900 dota a la ciudad del Gran y del Petit Palais, también de la primera línea de metro (decorada por Guimard).

En 1910, se termina la construcción de la basílica del Sacré-Coeur.

La ciudad es de nuevo un centro de ebullición cultural y artística.
Pintores impresionistas primero y luego, los de la "Ruche" o los del "Bateau_Lavoir" en Montmartre, revolucionan las Artes pictóricas
Personas apasionadas y fascinadas por el Lejano Oriente reagrupan colecciones de arte asiático. Estas colecciones privadas constituyen hoy museos (de Ennery, Gernushi, Guimet).

El máximo de población "intra-muros" es alcanzado en 1911 con casi 2,9 millones de Parisinos.
En la Iº Guerra mundial, París es salvada de la invasión alemana por la victoria de la "Marne" a la que contribuyen los taxis de París.

En 1919, con la alegría de la paz, la Ciudad derriba la "muralla de protección" construida por Thiers (inútil ya en la guerra de 1870).
La amplia zona de non-aedificandi es substituida por los bulevares "des Maréchaux", el cinturón de viviendas a bajo coste con sus ladrillos rosas-beige y por el "cinturon verde" de París donde se sitúan los equipamientos deportivos.


La ronda exterior ("Le Périphérique") se construye hacia 1960.
El bosque de Boulogne y de Vincennes son anexionados y París adquiere su aspecto actual.
En materia de construcción observamos un periodo de transición: el Estado edifica con el sello imponente y austero de la época (el Palais Chaillot y el Palais de Tokio) pero la burguesía adora los apartamentos con forma de taller de artista, incluso algunos se atreven a la vanguardia modernista (Auguste Perret, Le Corbusier o Mallet-Stevens).

Durante la Segunda Guerra mundial, en junio de 1940, la Wehrmacht ocupa París.
A pesar de las dificultades de abastecimiento, de los arrestos de judíos o de la ejecución de rehenes, la capital prosigue con su singladura literaria y teatral.
El 25 de agosto de 1945, Von Choltitz firma en la estación de Montparnasse la rendición de las fuerzas alemanas.

Desde 1945, la evolución arquitectónica de Paris es la misma que la de todas las ciudades francesas: - torres masivas y monótonas en los años 50 y 60; inmuebles modernos y más elaborados en los años 70 (Unesco, la Casa de la Radio, ...).


Los años 80 marcan el retorno a los clásicos "haussmanianos".Es en el 13º "arrondissement" donde se ve, por primera vez, diversidad en las formas. Sin embargo, ese "post-modernismo" permanece fiel a los volúmenes puros y cúbicos de la arquitectura moderna.
Al mismo tiempo, numerosos barrios antiguos fueron "renovados" pero debido a las destrucciones-reconstrucciones del Frente del Sena, del Maine-Montparnasse o de las Halles, los ediles toman conciencia del valor de los barrios antiguos.André Malraux, célebre escritor y ministro de cultura, lanza unas campañas de conservación en el Marais, primer "sector salvaguardado", en 1962.
Al lado de esos antiguos barrios en vías de "museïficación", el ayuntamiento de París pretendió también proteger a los barrios con "arquitectura más anodina" pero con una vida social activa, como el barrio de Montorgueil ou el "faubourg Saint-Antoine".

Como consecuencia de la normalización de su estatus en 1977, París elige a Jacques Chirac como alcalde, el primero desde la Revolución francesa.

En 1982, con Fr. Mitterrand, el estatus político de París cambia de nuevo, la capital sigue dividiéndose en 20 arrondissements (distritos) pero los electores eligen a 350 consejeros de arrondissement (que elegirán a los alcaldes de los 20 arrondissements) y a 613 consejeros municipales (encargados de elegir al alcalde de París).

Herederos de monarcas absolutos, los Presidentes de la Vº República también dejaron su huella en el paisaje urbano de la capital: después de las ambiciones del presidente de Gaulle para la región con el aeropuerto de Roissy, el presidente Pompidou crea un centro cultural que lleva su nombre, a pesar del desacuerdo general por el proyecto arquitectónico.

La destrucción de las Halles de Baltard y las protestas que siguieron, propicia un interés creciente por el patrimonio del siglo XIX.Valéry Giscard D'Estaing fomenta un proyecto de museo para ocupar la antigua estación de trenes de Orsay.

Giscard opta también por la reconversión de los mataderos de la Villette en Cité de las Ciencias y de la Industria.

Durante 15 años, París se ve envuelta en el programa de grandes obras de François Mitterrand. Incrusta en París, edificios imponentes a menudo inspirados en formas geométricas puras: el "Arche de la Défense", la pirámide del Louvre, el Ópera Bastille, la "Très Grande Bibliothèque" (la TGB) o, el ministerio de la Economía y de las Finanzas de Bercy.

Los monumentos hacen que la capital sea el destino turístico escogido por 38 millones de visitantes.

París se convierte en una magnífica ciudad-museo, delicado marco festivo para actividades de ocio. Es también un centro de negocios cosmopolita y animado.

Los 20 arrondissements de la comuna de París, suman una superficie de 105 km². París es relativamente pequeño, (Londres por ejemplo es 10 veces más grande).



La población de París es por razones históricas y administrativas una realidad difícil de cernir.

Los límites de París no han cambiado desde 1860 y por consiguiente, existe un desajuste notorio entre el París político (la Ville de Paris, que corresponde administrativamente a la comuna de París, llamada también París intra-muros), y la realidad geográfica y humana de la metrópolis.
Aunque la población parisina de "intramuros" sigue decreciendo, contando en 2005 con 2 125 246 habitantes, París tiene una densidad de población de 20 137 hab/km², una de las más elevadas en el mundo. Excluyendo los "bois de Boulogne et de Vincennes", la densidad de París llega incluso a 24 448 hab/km² (en Londres en 2001 era de 8 663 hab/km²).

Superficie Île de France: 14.140km²
Los demás habitantes de Île de France (hasta 11.750.000) se concentran en las "banlieues".
El 40 % de los habitantes de la región de Île de France trabajan en la metrópolis y por consiguiente se desplazan diariamente a la capital.


Los barrios periféricos parisinos, construidos en los años 60-70 - y que no han sido renovados desde entonces - están hoy habitados por una población marginal constituida en gran medida por franceses pobres o de origen magrebí.

Además de la densidad urbanística, la tasa altísima de población juvenil desocupada, las duras condiciones de vida (marginación social, droga, delincuencia, bajo nivel de estudios y formación) hicieron prender la mecha.

La violencia de los disturbios, así como la juventud de los implicados en la quema de unos 40 000 coches, hizo la crónica de los telediarios del otoño 2005.

El mundo supo que París no es sólo la Ciudad del Amor sino que, en ella, también existen zonas de marginación, furor y miseria.

Nosotros hemos estado varias veces disfrutando de París. La primera vez que la visité tenía yo 17 años y nos pateamos la ciudad con mi hermana Elvira y nuestros amigos Vicente e Isabel. Veníamos de Suiza y nos pasamos por París, para bajar hasta Madrid y terminar nuestro viaje.

Luego hemos vuelto varias veces, con Auxi y con Ricardo. La última vez para visitar a Eurodisney que ha dejado otro poso más en la ciudad para que te enganches y vuelvas sin dudar.

Es toda una ciudad con personalidad y que acoge al viajero.

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